¿Cómo combatir el silencio organizacional?

La expresión “silencio organizacional” describe una situación donde la información importante en materia de seguridad está disponible en el terreno, pero no llega a los niveles superiores de la organización. Por lo tanto, no es posible analizarla ni buscar una solución. Seguramente ustedes ya han experimentado este tipo de situación. ¿Cómo combatir el silencio organizacional? ¿Y si una cultura justa fuera una de las soluciones?
La falta de información significa que las noticias son malas
Le proponemos un ejercicio: usted es gerente, director de obra o responsable de HSE en una industria expuesta a riesgos. No recibe información (o recibe muy poca) de los empleados sobre temas de seguridad y, por lo tanto, cree en principio que “todo está bajo control”. Es cierto que hay algunos indicadores que le preocupan un poco: algunos incidentes se repiten, pero hasta ahora no ha habido que lamentar consecuencias.
Sin embargo, cuidado con las apariencias engañosas y con creer que “si no se reporta nada, es que todo va bien”. Cuando hablamos de seguridad, la falta de información significa que las noticias son malas. Es probable que estemos frente a una situación de silencio organizacional.
Si usted trabaja en un sistema dinámico y complejo expuesto a riesgos, debe ser consciente de que si no está recibiendo información es porque esa información está oculta. Porque el sistema, por defecto, produce anomalías todo el tiempo.
Jesus Villena, Ergotec
Definición del silencio organizacional
La expresión “silencio organizacional” describe una situación donde la información importante en materia de seguridad está disponible en el terreno, pero no llega a los niveles superiores de la organización y, por ende, no se tiene en cuenta para prevenir y tomar decisiones estratégicas.
¿Cómo puede detectarlo en su organización?
Se pueden observar varios síntomas:
- los reportes sobre seguridad son escasos o de mala calidad
- los incidentes o accidentes se repiten y parecen tener las mismas causas
- la proactividad de los empleados en materia de seguridad es escasa o nula
- el clima interno se ha deteriorado, especialmente entre los gerentes y los empleados
Estos síntomas observables pueden ser la manifestación de un silencio organizacional que se ha instalado. Tenga cuidado: esta situación perjudica enormemente a la seguridad.
Los mecanismos del silencio organizacional
Los mecanismos psicológicos
Existen varios mecanismos individuales de defensa que interrumpen la circulación de la información.
Ejemplos: un operador que está en una situación peligrosa sobre la que no tiene control y que se convence a sí mismo de que “no hay riesgo”; un gerente atrapado en las contradicciones de la información que recibe desde la dirección y la que proviene del terreno, etc.
Los mecanismos colectivos 
Ser el primero en reportar una información puede ser difícil. También influye la mirada de los compañeros y la visión compartida sobre qué significa ser alguien que “trabaja bien”: ¿el buen profesional es el que no tiene problemas o el que los señala cuando se presentan?
Los mecanismos organizacionales 
Todos estos mecanismos deterioran la confianza y hacen que los empleados de todos los niveles tiendan a guardar silencio en lugar de transmitir información. Esto afectará negativamente a la seguridad. Afortunadamente, es posible hacer algo al respecto.
Un vector de progreso: desarrollar una cultura justa
Desarrollar una cultura justa permite establecer condiciones de confianza y transparencia que fomenten la transmisión de información. En la práctica, esto significa lograr que la gente se sienta con libertad para hablar y, de esa manera, combatir muchos de los mecanismos del silencio organizacional.
Le développement d’une culture juste et équitable permet de créer les conditions de confiance et de transparence pour favoriser la remontée d’information. Concrètement, il s’agit de libérer la parole et donc de lutter contre de nombreux mécanismes du silence organisationnel :
Atención: el silencio organizacional se instala a menudo entre una empresa contratante y una empresa contratista. Integrar a los contratistas en un enfoque de cultura justa no resulta fácil, pero vale la pena intentarlo.
Conclusión: no hay que tener miedo a recibir más reportes
No hay que asustarse, recibir malas noticias es una buena señal. Significa que se está instalando una cultura basada en el intercambio de información, gracias a la cual se conocerá mejor lo que está sucediendo en el terreno, se podrá actuar y se tomarán medidas que favorezcan a la seguridad.

¡Cuantas más malas noticias se reciban, mejor! Nunca son un indicador de mala salud. Al contrario, revelan la existencia de una cultura que alienta a compartir información y que es muy importante para nosotros. Queremos recibir malas noticias, siempre y cuando no sean demasiado malas y no se compartan demasiado tarde.
Stéphane Corcos, DGAC